Desde que HARLEQUIM inició su actividad, mucha gente empezó a cometer hurtos más profesionales con la intención de captar nuestra atención, para poder formar parte de la organización.

Se rumoreaba en el sector que nuestros trabajos eran estudiados minuciosamente sin margen de error y las recompensas eran muy suculentas.

Sin ninguna duda, tenían razón.

Muy pocos lo conseguían, pero logramos tener varios equipos repartidos en diferentes puntos del mundo.

Todos listos para saciar los caprichos de nuestros clientes.

Entre todos los equipos que forman parte de HARLEQUIM, pocos destacan, pero si teníamos el equipo perfecto, encargado de misiones muy peligrosas.

Nuestro equipo ALFA, se ha encargado de robar en lugares muy vigilados en condiciones muy extremas.

Un equipo siempre al pie del cañón.

Lamentablemente un miembro del equipo ha desertado, aprovechándose de la información obtenida por la organización y los recursos facilitados.

María, miembro del equipo ALFA, nunca nos llegó a entregar el objeto de su último trabajo y nunca más volvimos saber de ella, hasta que hace poco consiguieron entrar en nuestra base de datos y hacerse con nuestra cartera de clientes.

En ella salen nombres de personas con un muy alto valor adquisitivo y muy poderosos.